LOS DULCES DE LA ABUELA



En el barrio todos conocen su casa,
todos saben que a pesar de lo abandonada que se ve,
en ese lugar habita una persona muy especial...

La Abuela Irma

Ella es una viejita que vive hace muchos años
en un autoencierro
dificil de entender,
una especie de claustro, sola y rara vez se deja ver.

Debe tener más de 80 años,
solo se sabe de su presencia al llegar la noche
por que a contraluz se ve su silueta
cuando pasa por alguna de las ventanas del segundo piso.

No recibe visitas de nadie -excepto-
la del sacerdote de la capilla (el cura Pancho) conocido por todos,
que una vez por semana
además de llevarle la Eucaristía,
le lleva mercadería .

En torno a ella se tejen muchas historias,
muchos mitos urbanos...

Dicen que esta loca,
que perdió la razón luego de que en un accidente de tránsito
su marido e hijo murieran ¡hace 50 años!.

Dicen que es mejor no acercarse a ella,
que es parca, huraña, agresiva
que no le gusta la gente,
otros dicen que es
una persona "oscura", mala.

Lo curioso es que nadie sabe
por que existe una fecha en el año
donde la Abuela Irma se deja ver
abriendo de par en par una de las ventanas que da a la calle.

Y es precisamente en las noches de HALLOWEEN
la única vez en el año donde se deja ver.

Lo hace con un propósito,
esperar a los niños que vengan a ella
para entregarles
dulces que "también dicen" ella prepara,
pero los niños le temen, no se acercan
por que una de esas leyendas urbanas
dice que:

"El niño(a) que reciba los dulces de la Abuela Irma
ella creerá que ese es su hijo y en algún momento lo atrapará y
encerrará para siempre a vivir con ella"


Es tanto el temor que le tienen,
que en esta noche tan particular
los niños nunca van a su casa a pedir dulces
e incluso cruzan para no pasar por su ventana...

Y ahí esta ella, esperando que algún niño reciba sus dulces
pero eso... NO va a ocurrir.

Por que como toda noche de HALLOWEEN
¡la frustración y rabia! se apoderan de la Abuela Irma
y después de un rato, al notar que los niños
la miran de lejos con temor
...
cerrará -una vez más- violentamente la ventana,
apagará las luces y lo único que se escuchará
será la quebrazón de platos
y el llanto desgarrador de
La Abuela Irma






4 comentarios:

Narvandi dijo...

Gente incomprendida, pobre abuelita, pobrecita.

Un abrazo.

Camila G. dijo...

Puuchaaa pobre abuelita yo le recibo un dulce feliz, a veces son puros cahuines :( y uno no se acerca porke no se da el tiempo de conocer a la gente.

Feliz jalowin! xD! jaja a lo shilensis

Renata dijo...

aww pobre abuelitaaa!!

Peterina dijo...

Que me gustaban esas historias de niña ... que digo!, todabía me gustan MUYYYYY BUENA! ... ojo con la abue Irma que si te ve, te come wajajajajaja!!! ;)